Las series de televisión norteamericanas enganchan. Seis temporadas con Tony Soprano no bastan para colmar la adicción de sus incondicionales. Pero el mono dura poco: coloca tanto o más una nueva serie que la anterior. Eso sí, en todas ellas, los personajes, además de no parar de beber, fumar y copular, se expresan en un lenguaje libre del bozal de lo políticamente correcto. Boardwalk Empire, la nueva maravilla de HBO, es la quintaesencia de la incorrección en todas sus modalidades.
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Un boardwalk es un paseo marítimo entablado, y el del título pertenece a Atlantic City, donde, en plena ley seca, Enoch Thompson (Steve Buscemi) construye su imperio y controla con puño de hierro la fortuna de una clase social emergente: la gangsteril. Los aspirantes a triunfador en ese mundo despiadado son pobres inmigrantes escapados de Brooklyn o de las barriadas de Chicago. En las guerras entre etnias, no se cortan ni un pelo los guionistas a la hora de darles rienda suelta para que se llamen entre sí con nombres llenos de ingenio y mala uva. La versión original es un homenaje a la riqueza lingüística de una época. Desde esta España libre de humo y tan dispuesta a seguir las pautas de la corrección política hasta las últimas consecuencias, resulta difícil seguir Boardwalk Empire sin sentir nostalgia por aquellos tiempos. Incluso escuece cuando un gángster beodo se ríe pensando que algún día se prohibirá también el tabaco.¡Imposible!
Un boardwalk es un paseo marítimo entablado, y el del título pertenece a Atlantic City, donde, en plena ley seca, Enoch Thompson (Steve Buscemi) construye su imperio y controla con puño de hierro la fortuna de una clase social emergente: la gangsteril. Los aspirantes a triunfador en ese mundo despiadado son pobres inmigrantes escapados de Brooklyn o de las barriadas de Chicago. En las guerras entre etnias, no se cortan ni un pelo los guionistas a la hora de darles rienda suelta para que se llamen entre sí con nombres llenos de ingenio y mala uva. La versión original es un homenaje a la riqueza lingüística de una época. Desde esta España libre de humo y tan dispuesta a seguir las pautas de la corrección política hasta las últimas consecuencias, resulta difícil seguir Boardwalk Empire sin sentir nostalgia por aquellos tiempos. Incluso escuece cuando un gángster beodo se ríe pensando que algún día se prohibirá también el tabaco.¡Imposible!
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John W. Wilkinson
Globish del Magazine
de La Vanguardia del 29/01/11
John W. Wilkinson
Globish del Magazine
de La Vanguardia del 29/01/11
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doncs jo encara no m'he pogut refer de la pèrdua de "lost" i no hi ha manera d'omplir el buit. potser em tocarà fer teràpia. està clar que no puc continuar així.
ResponEliminaaquesta fa tota la pinta de ser tot un repte... de traducció, si més no.
mornin', empire k! ;)
Ai, sí Pats, la pèrdua és molt gran... però hi hem de posar remei, eh?
ResponEliminaNosaltres tenim un bona llista:
- Fringe
- The Walking Dead
- Broadwalk Empire
- Polseres Vermelles (ui, desentona una mica entre tanta forània, no?)
... vinga, posi fil a l'agulla!
Ens proposa massa series, i després la gent s'enganxa sap?
ResponEliminajo miro "the wire", "a dos metros bajo tierra", "cómo conocí a vuestra madre" i ara també "mad men". totes m'agraden molt, però no les segueixo totes alhora, que m'atabalo. vaig mirant ara una temporada d'una, ara una temporada d'una altra. i la mar de bé! :)
ResponEliminaUi, sí, The Wire i Mad Men estan a la llista ce futures ... 'a dos metros bajo tierra' ja la vam acabar (una meravella de serie!!!)
ResponElimina... Dèu n'hi do! porta bon ritme, senyoreta!