dimarts, 16 de febrer del 2010

MR, MRS, MISS, MS


Las fórmulas de tratamiento tradicionales hace tiempo que entraron en preocupante declive, sobre todo entre los anglohablantes. Algo de culpa tendrá la querencia norteamericana de llamar por su nombre de pila a pCursivaropios y extraños, como aquí el abuso que se hace del tuteo.
Mister (normalmente se queda en Mr.) es una corrupción de master, que viene de maistre en el francés antiguo, que a su vez procedía de la voz latina magister, o sea, maestro. Mrs es la forma abreviada de mistress, también de origen francés (maîtress). Pero si mistress significa, por un lado, ama, dueña, señora de la casa, no hay que olvidar que el idioma le ha dotado asimismo con el sentido de concubina o querida. Por eso se opta por la fórmula Mrs. cuando se refiere a una mujer casada. En cuanto a las solteras, el trato correcto venía siendo el de miss (señorita), otra contracción de mistress. A las grandes estrellas de Hollywood -casadas o no- se les solía conceder este título.

Ahora bien, puesto que a partir de cierta edad miss conlleva la idea de solterona, se inventó Ms., una fórmula que evita expresar el estado civil de la mujer. La revista Ms llegó a los quioscos en 1961. En aquel entonces, las azafatas, por ejemplo, además de cumplir con límites en cuanto a altura y peso, era menester que tuviesen las manos suaves y blancas y que no estuvieran casadas. Desde 1972, se puede usar Ms. en documentos oficiales.

John W. Wilkinson
Globish a Magazine (La Vanguardia, 14/02/10)
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