Esta mañana, en la barra del bar, tres desayunar un trozo
de tortilla de patatas y una caña de Cerveza, pido un cortado. La dueña toma un
vaso pequeño, lo pone en la cafetera y, cuando queda casi lleno de café, lo
aparta, lo sitúa en uno de los platitos que tiene en la barra y va añadiendo
leche, hasta llegar al borde. Sólo que pusiese una gota más, rebosaría.
Entonces coloca en el plato un sobrecito de azúcar y una cucharilla, me lo
acerca todo con una sonrisa, se da media vuelta y deja la jarita de la leche
junto a la cafetera.
Quito del plato la cucharilla y el azúcar y los dejo sobre la barra. A
continuación cojo el vaso y vierto parte del cortado en el plato, hasta que
queda lleno. Entonces dejo el vaso sobre la barra, verifico que al cortado le
falta ahora cosa de centímetro o centímetro y medio para llegar al borde, rompo
el sobrecito, vierto el azúcar dentro del vaso y lo remuevo con la cucharilla.
Tras servir un trozo de tortilla de patatas a otro cliente, la mujer repara
en el plato lleno de cortado y me pregunta:
-
¿Qué pasa?¿Se le ha derramado…?
-
No –le digo-. Como el vaso estaba lleno hasta el borde,
era imposible echar el azúcar y removerlo sin que se derramase y quedase todo
hecho un asco, empezando por las paredes del mismo vaso. Por eso he vertido un
poco dentro del plato antes de empezar a remover, para poder hacerlo.
Con cara de no acabarde entenderlo, la mujer asiente
ligeramente con la cabeza. Es un gesto similar al que veo en muchas caras desde
que, hace un par de semanas, decidí hacer eso mismo cada vez que me traen un
café, un cortado, un café con leche –lo que sea- tan lleno que no hay manera de
remover el azúcar sin que el líquido se vierta. ¿Nunca han ido ellos a otros
bares y se han encontrado en esa misma situación, con vasos tan llenos que no
hay manera de remover el azúcar? Entonces, ¿por qué lo hacen?¿Creen de esa
forma el cliente dirá: “Qué generosos son, no escatiman la leche del cortado…?”
¿En algún momento de sus vidas profesionales se ponen en la situación del
cliente? Es evidente que no, y que es por ese mismo motivo que, cuando a veces
pides pan con tomate y anchoas, te traen las anchovas –de l’Escala,
excelentes- abiertas, limpias y a punto
de comer… pero con la cola intacta. ¿Qué pretenden? ¿Qué te comas las colas de
las anchoas? Si al menos te trajesen un tenedor y un cuchillo, pues uno mismo
se pondría a la tarea de quitarlas, pero es que no se traen ni tenedor ni
cuchillo. ¿No prevén que, si quiere comérselas, el cliente tendrá que
arremangarse y arrancarlas con los dedos?Pasa los mismo con los bocadillos de
lomo embuchado, de mortadela, de butifarra o de chorizo.Tienes que separar las
dos mitades del pan y empezara quitar la piel de todas y cada una de las
rodajas de lo que sea que hayas pedido –para luego volver a montarlo, ya sin
pieles-, de modo que se pasa uno más tiempo quitando pieles que desayunando.
Eso sí: tanto a la llegada como a la salida, infinidad de sonrisas de supuesta
cortesía.
a Seré Breve
del Magazine de La Vanguardia del 15/01/12
(Foto: RaMGoN)
a mi no m'ha passat mai, ja que el cafe sol, normalment te'l fan a 10 cm del vorde
ResponEliminacert, i si és molt espresso, molt espresso la feina és teva per a trobar-lo dins de la tassa...
ResponElimina:P
Tota la raó del món!
ResponElimina:-) claro que sí !!!
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