dilluns, 26 de gener del 2009

TINTIN EN EL PAIS DE LOS XENOGLOSÓFOBOS

"Este sábado, 10 de enero, se cumplen ochenta años de las aparición de Tintín. Fue le 10 de enero de 1929, en el suplemento infantil del diario belga Le Vingtième Siècle. Aquella primera entrega –en simple blanco y negro- se tituló Tintín en el país de los soviets. Después vinieron muchos títulos más: Tintín en América, Los cigarros del faraón, El cetro de Ottokar, El cangrejo de las pinzas de oro, Las siete bolas de cristal, Tintín en el Congo, Stock de coque, Las joyas de la Castafiore, Tintín y los pícaro...
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Este mes de diciembre, el coleccionista Jordi Tardà presentó en Álava una exposición con más de cuatro centenares de objetos relacionados con el héroe. La exposición –en la Fundación Caja Vital, en Vitoria- está aún abierta, y lo estará hasta mediados de febrero. La novedad de la exhibición es que muestran por primera vez un documento desconocido hasta ahora por la gente. Se trata de los dibujos de El tesoro de Rackam el rojo, de 1952. Ahí se descubre que, en la primera versión de los traductores, el protagonista se llamaba Pepito. Se llamaba; porque ‘Pepito’ aparece tachado y, encima, han escrito ‘Tintín’. Es decir: primero optaron porque en España Tintín se llamase Pepito, pero luego cambiaron de opinión y le restituyeron su nombre original: Tintín.
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Ese cambio de idea evitó títulos como Pepito en el país de los soviets, Pepito en América, Pepito en el Congo, Pepito en el país del oro negro, Pepito en el lago de los tiburones, Pepito y los pícaros... Me gustaría saber si, en esa primera versión cambiaron también el nombre de Milú por el de Bobi, de más raigambre entre la clase canina hispana. Y, al capitán Haddock, ¿lo rebautizaron capitán Fariñas, que suena como más de la tierra? Con sus apellidos modificados se quedaron, en cambio, Hernández y Fernández, que ni por esas recuperaron sus Dupond y Dupont.
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¿Por qué cambiarle el nombre a Tintín? Pues por la idea tan extendida de que los españoles llevan el monolingüismo en el ADN. Seguro que, en el estudio donde traducían las historietas, algún familiar de Torrente dijo: ‘¿Dónde vas con Tintín? ¡Ponedle Pepito, que es más normal!”. Debieron pensar que, para los carpetovetónicos, era inconcebible que un muchacho hecho y derecho se llamase Tintín. Y no sin razón .Cuando el yugoslavo Faruk Hadzibegic llegó al Betis a principios de los ochenta, los seguidores –incapaces de tanta consonante- bautizaron como Pepe, y como Pepe se quedó, incluso para la prensa. Por el mismo motivo, el croata Nenad Mirosavljevic, del Cádiz, hinchas y periodistas le pusieron Mortadelo.
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El caso es que, al final, en aquella traducción que marcaba la pauta Tintín se llamó Tintín y el nombre de Pepito quedó sobre la mesa de dibujo: desechado y triste. De modo que, para darle ánimos, decidieron aprovecharlo para denominar un bocadillo, tal como ahor recoge el Diccionario de la Real Academia: ‘Pepito. 1. m. Bocadillo que tiene dentro un filete de carne’. Son las maravillas de la falsa etimología.”
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Quim Monzó (Magazine, La Vanguardia 10/01/09)

4 comentaris:

  1. L'he llegit tot!!!
    Com una campeona!!! que et pensaves!!!!!!
    No m'ha fet massa gracia, em pensava que seria mes gracios....
    Millor Tintin, aixi estem globalitzats, si no Pepe, qui es Pepe?, si aquella que aqui anomeneu Titin, quina perdua de temps tindriem....

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  2. Si això no t'ha fet gràcia, quan arribi a casa t'explicaré un 'xiste'...

    :P

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  3. Avui la cosa està molt tranquil·la, no??? jo crec que hi he posat massa letra...

    :D

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  4. No, no, ciutadà, a mi m'ha agradat molt, i em fa molta gràcia això del Pepito.
    He de dir que en danès el gos es diu Terry, però no sé perquè. Els altres es van quedar com en l'original...

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