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Que Antony and the Johnsons han estrenat nou treball crec que esteu farts/es de llegir-ho en aquesta casa (i les vegades que ho llegireu, encara!!). Que al Ciutadà K li té el cor i l’ànima robada no és cap novetat... a quants i quantes de vosaltres us està passant el mateix, eh??... però per a que després digueu que no sóc objectiu aquí teniu l’opinió de ‘gent’ que en sap....
Esteban Linés a La Vanguardia digué....
Esteban Linés a La Vanguardia digué....
ANGEL, MESIAS, ANTONY
“Rodeado de potentes y renombradas formaciones sinfónicas, el británico de la voz imposible se eleva sin remisión como uno de los intérpretes indiscutibles de la escena musicla ahora mismo, más allá de gustos y estilísticas.
La voz de Antony Hegarty es emotiva, ligada a universos sombríos, al sonido tan peculiar de un oboe, a ciertos parecidos con sus adorados Boy George y Nina Simone. Es una voz que con esa querencia por lo sombrío puede acabar convirtiéndose en la banda sonora ideal de un funeral ‘non stop’. Para una parte de sus aficionados Antony se les apareció gracias al fulgor emanado de su anterior I am a bird now. La reacción del recién llegado y de una parte sustancial de la crítica perdió cualquier tipo de mesura y analítica. Parecía como si el arcángel Gabriel hubiera descendido del cielo, y en aquellos días se pudo leer que la música y la voz del sujeto era ‘etérea’, ‘trascendente’ o ‘sublime’. En plena euforia, Lou Reed se salió de madre (‘la primera vez que escuché a Antony supe que estaba en presencia de un ángel”), Björk no dijo nada pero requirió su colaboración con resultados magníficos, y Rufus Wainwright llegó a profetizar que el cantante devendría una suerte de mesías gay.
En estos cuatro años que han trascurrido entre un segundo y tercer álbum grabado en estudio, el gusto y la autoexigencia se han hecho, por suerte, evidentes. Nacido en Sussex, pero convertido en pieza fundamental de la iconografía neoyorquina del cambio de siglo –Warhol, sin duda, lo hubiera añadido a su santería particular- , el producto Antony transpira credibilidad, sus desarmantes canciones tienen ese punto de autobiografía que acrecientan un morbo inherente. Más allá de la formulación pop, el Hegarty del 2009 opta por una vertiente sonora sinfónica, barroca, incluso recargada. Lo determinante, sin embargo, es su excepcional capacidad vocal: cual recitador de salmos, profundo orfebre de arte cantor, su categoría se aproxima a lo sublime.”
La voz de Antony Hegarty es emotiva, ligada a universos sombríos, al sonido tan peculiar de un oboe, a ciertos parecidos con sus adorados Boy George y Nina Simone. Es una voz que con esa querencia por lo sombrío puede acabar convirtiéndose en la banda sonora ideal de un funeral ‘non stop’. Para una parte de sus aficionados Antony se les apareció gracias al fulgor emanado de su anterior I am a bird now. La reacción del recién llegado y de una parte sustancial de la crítica perdió cualquier tipo de mesura y analítica. Parecía como si el arcángel Gabriel hubiera descendido del cielo, y en aquellos días se pudo leer que la música y la voz del sujeto era ‘etérea’, ‘trascendente’ o ‘sublime’. En plena euforia, Lou Reed se salió de madre (‘la primera vez que escuché a Antony supe que estaba en presencia de un ángel”), Björk no dijo nada pero requirió su colaboración con resultados magníficos, y Rufus Wainwright llegó a profetizar que el cantante devendría una suerte de mesías gay.
En estos cuatro años que han trascurrido entre un segundo y tercer álbum grabado en estudio, el gusto y la autoexigencia se han hecho, por suerte, evidentes. Nacido en Sussex, pero convertido en pieza fundamental de la iconografía neoyorquina del cambio de siglo –Warhol, sin duda, lo hubiera añadido a su santería particular- , el producto Antony transpira credibilidad, sus desarmantes canciones tienen ese punto de autobiografía que acrecientan un morbo inherente. Más allá de la formulación pop, el Hegarty del 2009 opta por una vertiente sonora sinfónica, barroca, incluso recargada. Lo determinante, sin embargo, es su excepcional capacidad vocal: cual recitador de salmos, profundo orfebre de arte cantor, su categoría se aproxima a lo sublime.”
(Esteban Linés, La Vanguardia 18/01/09).
·Jordi Bianciotto a El Periódico de Cataluña digué...
ANTONY EMOCIONA CON
LA BELLEZA TORTURADA DE 'THE CRYING LIGHT'
“El éxito comerical no ha modificado la actitud artística de Antony Hegarty ni le ha apartado de su hoja de ruta como artista sensible, cuyas canciones le muestran a punto de romperse por dentro. El tercer disco de Antony and the Johnsons, The crying light, que sale hoy a la venta en Europa, es un delicado ejercicio de por de arte y ensayo que desarrolla y, si cabe, radicaliza los principios que movieron sus dos trabajos anteriores: esbozos melódicos con alto poder emocional, sustentados en la desnudez instrumental y los poderes vocales del protagonista.
The crying light (La luz que llora) está bañado en sensaciones de debilidad anímica, dolor interior y desamparo, siguiendo la senda emprendida por Antony en su obra previa, y que inspiró, por ejemplo, a Isabel Coixet en la banda sonora de La vida secreta de las palabras. En sus 10 nuevas canciones, Antony parece encontrar un provechoso espacio de libertad: esa luz llorosa es, según ha explicado el cantante y autor británico, afincado en Nueva York, “un santuario entendido como un lugar seguro donde te puedes dejar llevar y abrir al presente sin corazas”.
Acogida positiva. Esas acuarelas de voz y piano, con ocasionales arreglos de cuerda y apuntes de guitarra, ha vuelto a despertar alabanzas de la prensa especializada. La publicación británica Q las calificas de ‘fantasmales y treatrales’ en un reseña muy positiva, igual que la de Mojo, que advierte, no obstante, que las piezas parecen ‘más meditaciones que canciones’ . Uncut elogia su ‘paisajismo ensoñador’ y, al otro lado del Atlántico, Rolling Stone considera que el disco proyecta ‘una visión oscura que no escatima belleza’.
El disco se abre con Her eyes are underneath the ground, con una melodía melancólica que Antony desarrolla sobre un colchón de piano y un violín discreto. Un inicio sencillo e interiorista, que marca una pauta retomada por canciones como One dove o la majestuosa Daylight and the sun, de más de seis minutos de duración. Dust and water es la más ascética de la nuevas canciones, con la voz sufrida de Antony sobre una brumos base electrónica, mientras que Epilepsy is dancing y Kiss my name aportan las estructuras más rítmicas y ligeras del disco.
El factor soul entra y sale, y donde más se hace notar es en Aeon, canción en la que la guitarra suple un piano y donde Antony parece evocar al Otis Redding de las baladas inflamadas a lo I’ve been loving you too long. En una entrevista a Mojo, Antony admite la influencia del soul de Stax Records en esta pieza, que está dedicada a su padre. El disco se cierra con Everglade, otro de los puntos álgidos, con arreglos de cuerda suntuosos y un plus de dramatismo. Todas las instrumentaciones está diseñadas por el propio Antony en tándem con el joven Nico Muhly, talento emergente en los últimos tiempos reclamado por Björk y Philip Glass, y que firma la banda sonora de la película The Reader (Stephen Daldry), candidat al Óscar.
The crying light fue precedido, el pasado octubre, por el epé Secret World (***), con cinco canciones, cuatro de ellas no incluidas en el nuevo trabajo. El nuevo material muestra el ADN sutilmente torturado que ha convertido a Antony Hegarty en artista de culto, con aura de creador exclusivo. Antony and the Johnsons lo mostrará el 15 de abril en el Palau de la Músic, en un recital cuyas entradas ya están agotadas
The crying light (La luz que llora) está bañado en sensaciones de debilidad anímica, dolor interior y desamparo, siguiendo la senda emprendida por Antony en su obra previa, y que inspiró, por ejemplo, a Isabel Coixet en la banda sonora de La vida secreta de las palabras. En sus 10 nuevas canciones, Antony parece encontrar un provechoso espacio de libertad: esa luz llorosa es, según ha explicado el cantante y autor británico, afincado en Nueva York, “un santuario entendido como un lugar seguro donde te puedes dejar llevar y abrir al presente sin corazas”.
Acogida positiva. Esas acuarelas de voz y piano, con ocasionales arreglos de cuerda y apuntes de guitarra, ha vuelto a despertar alabanzas de la prensa especializada. La publicación británica Q las calificas de ‘fantasmales y treatrales’ en un reseña muy positiva, igual que la de Mojo, que advierte, no obstante, que las piezas parecen ‘más meditaciones que canciones’ . Uncut elogia su ‘paisajismo ensoñador’ y, al otro lado del Atlántico, Rolling Stone considera que el disco proyecta ‘una visión oscura que no escatima belleza’.
El disco se abre con Her eyes are underneath the ground, con una melodía melancólica que Antony desarrolla sobre un colchón de piano y un violín discreto. Un inicio sencillo e interiorista, que marca una pauta retomada por canciones como One dove o la majestuosa Daylight and the sun, de más de seis minutos de duración. Dust and water es la más ascética de la nuevas canciones, con la voz sufrida de Antony sobre una brumos base electrónica, mientras que Epilepsy is dancing y Kiss my name aportan las estructuras más rítmicas y ligeras del disco.
El factor soul entra y sale, y donde más se hace notar es en Aeon, canción en la que la guitarra suple un piano y donde Antony parece evocar al Otis Redding de las baladas inflamadas a lo I’ve been loving you too long. En una entrevista a Mojo, Antony admite la influencia del soul de Stax Records en esta pieza, que está dedicada a su padre. El disco se cierra con Everglade, otro de los puntos álgidos, con arreglos de cuerda suntuosos y un plus de dramatismo. Todas las instrumentaciones está diseñadas por el propio Antony en tándem con el joven Nico Muhly, talento emergente en los últimos tiempos reclamado por Björk y Philip Glass, y que firma la banda sonora de la película The Reader (Stephen Daldry), candidat al Óscar.
The crying light fue precedido, el pasado octubre, por el epé Secret World (***), con cinco canciones, cuatro de ellas no incluidas en el nuevo trabajo. El nuevo material muestra el ADN sutilmente torturado que ha convertido a Antony Hegarty en artista de culto, con aura de creador exclusivo. Antony and the Johnsons lo mostrará el 15 de abril en el Palau de la Músic, en un recital cuyas entradas ya están agotadas
La portada: Homenaje a la Danza ‘Butoh’
Al igual que la portada el EP Another World, la de The crying Light muestra una fotografía en blanco y negro del bailarín japonés Kazuo Ohno, pionero en la modalidad de danza contemporánea conocida como butoh. Antony profesa veneración por Ohno, de 102 años. “Es algo así como mi padre artístico”, asegura en su web oficial. La imagen fue realizada en 1977 por el fotógrafo Naoya Ikegami.
El descubrimiento de las artes escénicas de Kazuo Ohno resultó turbador para Antony, segín confiesa. ‘Vi una de sus actuaciones en las que se proyectaba un círculo de luz en el escenario. Dentro de ese círculo revelaba los sueños y las meditaciones de su corazón. Parecía bailar ante algo misterioso y creativo. Con cada gesto personificaba la divinidad del niño y de la mujer”.
(Jordi Bianciotto, El Periódico de Cataluña, 18/01/09)
(***) El sr. Bianciotto s’ha liat i no ha llegit bé la carátula del EP,
òbviament, es tracta de Another World, cançó amb el mateix títol
òbviament, es tracta de Another World, cançó amb el mateix títol
que sí que està a The Crying Light.
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12 comentaris:
Uffff......................
Ja ho llegire..................
L'important!!! A tu t'ha agradat?
Doncs ja esta!!!!!!!!!
I al Salva?
I a la Inma?
I a Patri?
Doncs jo amb aixo ja en tinc prou, me'n refio de vatros al 100%.
Ja ho he llegit tot, em fan mal els ulls d'aquesta lletreta, però la cosa promet!!!!!
AIXI M'AGRADA !!!! COM UN CAMPIONA !!!!
... si és que tinc un públic fidel (i molt guapo!) que no me'l mereixo... perquè mira que sóc rotllero, eh???
(ampli la lletra o què? ho he fet per a que no es veiés tan llarg :P )
No cal per mi, jo ja ho he llegit!
jo no ho puc llegir, ciutadà. però no pateixi, estic aprenent a ser una bona ciutadana. i la PATS també.
que bonic que el visitin des de mèxic. a mi un dia em van entrar des de pozuelo de alarcón.
BON DIA A CAN CIUTADÀ!
(la polita estressada, again!)
ciutadà, vol dir que no està enamorat del noi aquest? Ja ho sap, això la seva dona?
I ja s'ha llegit la preguna cinèfila de la meva germana al post d'ahir??? I aq uè espera, enlluerni'ns!!!! :)
Carol, jo crec que sí, estic ENAMORAT!!!!
... intensament de la meva dona!!
... anímicament d'aquest senyor/a!!
:)
Gracies per la part que em toca
De res, de res... servir!!
ets la pera!!!
:D
Ooooooooooh, que munic :)
Visca l'amor!!!!
I visca l'Antony que ens té a TOTS atrapats, apa que la crítica... no s'estalvia elogis, eh...?
Sí Ciutadà, és un d'aquells dies que he entrat a ca seua i no hi ha qui em desenganxi. Això que l'objectiu era revisar una proposta per una reunió de demà... però...això és prioritari!!!
Bufffff... quina feinada que se m'ha girat per aquí!
Sí, sí... ja ho he vist, ja... avui és un dia d'aquells que se m'ha posat hiperactiva i ha anat deixant molletes de pa per tots els posts...com a Hansel i Gretel....no amb vos, no em perdré pas!!!
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