Guy
Fawkes (1570-1606) fue un conspirador inglés que, con otros defensores de la
Iglesia de Roma, planeó la llamada conspiración de la pólvora, cuyo objetivo
consistia nada menos que en volar por los aires el Parlamento estando allí
reunido el rey Jacobo I con su família y todos los lores. De haberse salido con
la suya, no cabe duda de que habrían cambiado el rumbo de la historia; algo
parecido –con todas las salvedades- a lo que le ha sobrevenido al mundo después
del derribo de la Torres Gemelas aquel aciago 11 de septiembre del 2001.
Pero
resulta que el 5 de novembre de 1605 lo pillaron con las manos en la masa y fue
ejecutado sin que pudieran sonsacarle los nombres de sus còmplices. Desde
entonces se celebra cada 5 de novembre la Noche de Guy Fawkes, que culmina en
la quema en las hogueras de una efigie del conspirador.
¿Qué
aspecto tenia Guy Fawkes? Pues el de las màscares que llevan los miembros del
grupo de piratas informáticos conocido como Anonymous. Desde que se unieron el
año pasado a Occupy Wall Street, sus
actividades han ido en aumento. Sólo en España, el movimiento ha atacado webs
de Telefónica, del Ministerio de Cultura o de la Sociedad General de Autores,
entre otros. Al principio de abril anunciaron que habían conseguido impedir el
acceso a casi 500 páginas chinas. También se ceban con los bancos y las
tarjetas de crédito. Por todo lo cual parece que Guy Fawkes tiene la inmortalidad assegurada
John
W. Wilkinson
Globish
al Magazine de
La Vanguardia 24/06/12
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