Michael Mandiberg es un artista norteamericano, digamos conceptual, que crea obras a partir de internet y lo que él califica como el final del mundo de la impresión. Sus obras pretenden hacer que la gente reflexione sobre "nuestra sociedad y sus efluvios". Han sido expuestas en el Nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York, en el Transmediale de Berlín, en el Ars Electronica de Linz...Mandiberg coge por ejemplo una enciclopedia y pinta en una página las iniciales OMG y en la siguiente LOL. Coge un diccionario y troquela sus páginas: la mitad con la palabra DATA (datos) y la otra con BASE (base). Establece comparaciones entre lo que cuestan 200 gramos de brócolo y un barril de petróleo. Imprime mapas a gran tamaño y aleatoriamente en unos pone 'nosotros' y en otros 'ellos'. Toma The New York Times y, en la portada, en letra gótica semejante a la del logo del diario, escribe 'noticias viejas'. En algún caso sus obras recuerdan lo que hizo Bigas Luna el 31 de diciembre de 1974. Bigas fue conocido sobre todo como cineasta, pero también fue un considerable diseñador y artista plástico. Compró ejemplares de diversos diarios (Tele/eXprés, Diario de Barcelona, Solidaridad Nacional y La Vanguardia), todos de ese mismo día, los guillotinó de forma que no hubiese ninguna página entera y encuadernó el resultado en forma de libros.
La nueva propuesta de Mandiberg consisten en imprimir la Wikipedia. Entera. Ha escogido la edición en inglés, que es la más larga: casi cinco millones de artículos. ¿Qué sentido tiene imprimirla cuando la tienes en el ordenador y basta teclear el nombre de lo que buscar para encontrarlo? Ninguno. Ahí está la gracia. Dice que es una forma de hacer que el personal reflexione sobre la grandísima cantidad de información de la que ahora disponemos, tanta que nos desborda antes de que hayamos sido capaces de digerirla. Aún tiene menos sentido si tenemos en cuenta que se actualiza constantemente, a un ritmo de más de 700 nuevas entradas cada día, de modo que la Wikipedia que ha editado Mandiberg ya está obsoleta. Ocupa 7.600 volúmenes que se venden a 73 euros cada tomo. Si los quiere todos, te costarán 450.000, unos 105.000 menos de lo que hibieses pagado de haberlos comprado uno a uno. Tenniendo en cuenta que, no hace mucho, el cuadro de Fernando Botero El conquistador salió a subasta por esa misma cifra, nadie negará que se trata de una auténtica ganga.
Quim Monzó, a Seré Breve de El Magazine
de La Vanguardia del 19/07/15
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