dilluns, 25 de juliol del 2016

FIDELIDAD INALAMBRICA


Una iglesia evangélica de Alemania ha puesto en marcha una iniciativa que está llamada a ser un exitazo. Instalan wifi gratuito en sus templos. Han empezado por doscientos veinte, pero pronto llegarán a tres mil. Se han permitido incluso un juego de palabras. Si los puntos de wifi gratuito que encuentras cuando vas por la calle, entras en determinado edificio o en un aeropuerto son conocidos como hotspots, a los suyos los han bautizado como Godspots, a partir de God, que en inglés significa Dios. Al suceder eso en Alemania deberían haber jugado con la palabra Gott, pero ya se sabe que, hoy día, si a un producto le pones el nombre en inglés, a mucha gente le parece "de lo más". A la puesta de las iglesias que ya ofrecen el servicio han colgado letreros de color púrpura para que los que pasan por delante sepan los beneficios tecnológicos de entrar en ella.

Puede usarlo quien quiera. No es necesario ser evangelista, ni protestante, ni siquiera cristiano. Puedes ser musulmán, judío, budista o seguidor de la Iglesia del Monstruoso Espagueti Volador. Puedes  ser agnóstico o ateo y tampoco pasa nada. Los Godspots están abiertos a todas las personas con un móvil inteligente que en un momento dado sientan la necesidad de chupar wifi. La iniciativa se enmarca en los fastos del 500º aniversario de la protesta del teólogo Martín Lutero contra la corrupción del clero católico -germen de la Reforma protestante-, que se celebrarán el próximo año.

Pero a nadie se le escapa que, aparte de toda esa ilusión conmemorativa, los Godspots son también una forma de atraer a sus iglesias a jóvenes que nunca ponen los pies en una. Pensarán: "Bueno, pues si vienen, ni que sólo sea para conectarse, bienvenidos sean. Así los bancos no estarán tan vacíos y sólo con gente mayor". (Me gustará ver si a esta gente mayor le divierte mucho ir oyendo las musiquitas que suenan cada vez que entra un whatsapp, un tuit o un snapchat). En Europa, el descenso de creyentes es cada vez más veloz. En Islandia, una encuesta sobre prácticas religiosas realizada hace unas semanas dio un resultado espectacular: el 100% de los menores de 25 años son ateos. Lógicamente, creyentes, el 0%. Se trata de la primera generación de un país del mundo en la que nadie cree en dioses, si exceptuamos a la Albania comunista, donde todo el mundo era ateo por decreto ley. Pero, al tratarse de una dictadura, aquello no cuenta, claro está.

Quim Monzó, al Seré Breve del Magazine 
de La Vanguardia del 24/07/16