dilluns, 23 de març del 2015

NO COMIERON PERDICES


Este lunes se cumplirán veinticinco años del estreno de una de las operaciones de almibarado más importantes de la historia del cine. Se trata de Pretty Woman, la película protagonizada por Richard Gere y Julia Roberts, éxito de taquilla de primera magnitud y que luego, a lo largo de este cuarto de siglo, se ha convertido en una de las que más veces se han pasado y vuelto a pasar por la tele. Distinción que comparte con Cuando Harry encontró a Sally y Oficial y caballero, otras que tal.

¿En qué consistió la operación de almibarado? Pues en coger un guión original y convertirlo en un filme no apto para diabéticos. En el original, ella -Vivian, Julia Roberts- es una puta, y él -Edward, Richard Gere-, un millonetis. Hastaahí todo igual. Pero ella no es la bondad personificada sino maleducada, malhablada y una drogata que se gasta en crack lo que gana. Él no es un príncipe azul sino un tipo tan maleducado y malhablado como ella, y ni por asomo acaba enamorado como en la película. Detalle importante: no bebe porque es un alcohólico con el hígado hecho papilla. El título original tampoc era Pretty Woman (mujer bonita) sino el lacerante 3.000, que es la cantidad de dólares que le paga por estar con él la semana que pasa en Los Ángeles. Lo de la cifra también fue retocado. En principio el acuerdo era que le pagará 2.000 dólares, pero añadía mil más si no tomaba crack durante los días que estarían juntos.

Hasta seis veces reescribieron el guión, porque a los productores nunca les parecía suficientemente suave. Al final, el autor de la idea original, J.F. Lawton, se hartó y se largó -o lo despidieron- y pusieron a otro para que fuese echando más y más azúcar a la historia. Lo del final es despampanante. En el original, nade de fueron felices y comieron perdices. Él se mete en una limusina que le llevará al aeropuerto a coger un avión hacia Nueva York, para volver con su novia. Aprovechando que le queda de camino, la deja en la calle para que siga con su oficio de siempre. Como ella se mosquea porque tiene que devolverle el abrigo de pieles que él le había dejado (era alquilado y hay que devolverlo), el ricacho abre la puerta del vehículo, la echa fuera y es entonces cuando, con ella en la cuenta, le tira los 3.000 dólares pactados. 

Feliz veinticinco cumpleaños a todos los fans de Pretty Woman. Y como sin lugar a dudas estos días la pasarán por un canal u otro, si la miran, piensen lo que pudo haber sido y no fue.

Quim Monzó, a Seré Breve 
del Magazine 
de La Vanguardia del 22/03/15

3 comentaris:

Anònim ha dit...

una peli romàntica sense final feliç no ven igual

Ciutadà K ha dit...

Però és molt més tolerable i digerible, amic Pons, on va a parar!

Eqhes ha dit...

Quan ens deixin entrar a Hollywood amb el mòbil fem una peli amb el guió original ;D.