dilluns, 26 de novembre del 2018

AUGE DE LA IDIOTEZ


Imatge relacionadaUna señora va a su dentista. Constantemente nos advierten de que la dentadura debe revisarse con regularidad, para atajar las molestias antes de que se conviertan en problemas. Bueno, pues va a su dentista y ésta le dice que le pondrá una prótesis. La paciente le advierte que es alérgica a los metales.

Pues, ni corta ni perezosa, la odontóloga les coloca una prótesis de cobalto. Por muy lego que se sea en la materia queda claro que el cobalto no es un fruto que nazca de un árbol llamado cobaltero, ni un animal patagónico que se caza en las noches de luna llena. Tal como estudiamos en la tabla periódica de los elementos incluso los que no pasamos de bachillerato, el cobalto es un metal (cuyo símbolo es el Co). Al cabo de poco de ponerle la prótesis la paciente empieza a tener cefaleas, infecciones, reacciones alérgicas... Le cuesta hablar, masticar y deglutir. Cuando se lo explica a la dentista, esta le dice:

- Tiene que acostumbrarse.

La imagina mirándola con cara apática y pensando para sus adentros: "Qué poco aguante tiene esta mujer...". Todo eso sucedió en Montcada i Reixac, hace once años. El juicio se ha celebrado ahora. El abogado de la paciente explica: "La afectada ha desarrollado un síndrome químico múltiple: ahora es alérgica a los pefumes, el metal, determinado mobiliario, un enorme abanico de alimentos, el sol... Apenas puede salir a la calle". La setencia del juez detalla que ha tenido que renunciar a las relaciones sexuales, que no puede ser madre y que, en todos los actos de su vida, depende de otros: "Acudió a la consulta para arreglarse la boca, alertó de que era alérgica a los metales, no se le hizo ninguna prueba de alergia, se le colocó un esquelético de cromo cobalto y, durante ocho meses y a pesar de que manifestó los problemas que la pieza le causaba, la acusada le insistió en que debía aguantar". Los culpables -la odontóloga, la empresa para la que trabaja (una de esas franquicias dentales que hay cada dos esquinas) y la mutua aseguradora- deben indemnizarla con 2,6 millones de euros. Me parece poco. Si la paciente te dice que es alérgica a los metales ¿por qué le pones una prótesis de cobalto?.

Cada tanto el informe PISA nos advierte de que el déficit de comprensión (lectora o no) es alarmante. No me extraña. Y yo aún me quejo de que en el restaurante, cuando pido un entrecot "poco hecho, por favor", la petición les entra por un oído, les sale por el otro y me lo traen carbonizado.

Quim Monzó a Seré Breve del Magazine 
de La Vanguardia del 25/11/18.