dimarts, 9 d’agost del 2016

MR. MICKLEWHITE


Una tarde de 1954 el joven actor inglés Maurice Micklewhite estaba en una cabina telefónica de la plaza Leicester, en Londres. (Nota para jóvenes: hubo una época remota en la que la gente no sólo no tenía móvil sino que ¡ni siquiera se había inventado!). Prosigamos. El actor se había metido en la cabina para hablar con su representante, que le dio una noticia:

- Tengo un papel para ti. Te doy tres días, pero no te puedes llamar Michael White, de manera que dime otro nombre. 

Se supone que Michael White es el nombre que Maurice Micklewhite usaba hasta entonces, porque debían considerar que el suyo verdadero era poco comercial. El actor levantó la vista. Frente a él, el cine Odeon, que ocupa buena parte de la acera oriental de la plaza. Vio en su fachada el cartel enorme de la película que pasaban, protagonizada por Humphrey Bogart, su actor favorito. La película era El motín del Caine. De forma que se le encendió la bombilla e inmediatamente le dijo a su representante:

- ¡Caine!¡Michael Caine!

Muchos actores, escritores y músicos cambian su nombre real por otro que creen que tiene más gancho. Demi Moore se llama, de hecho, Demetria Guynes. Joaquin Phoenix, Joaquin Rafael Bottom. Sergio Dalma, Josep Sergi Capdevila Querol. Alicia Kopf, Imma Ávalos Marquès.Truman Capote, Truman Streckfus Persons. Kiko Veneno, Jose María López Sanfeliu... Pero todos ellos mantienen su nombre original en los documentos. Uno es el auténtico, el de nacimiento, y el otro es el alias, el de batalla. Michael Caine explica ahora en The Sun que ha decidido modificar su nombre oficial, olvidarse para siempre de Maurice Micklewhite y convertirse, a todos los efectos, en Michael Caine.

El motivo es el hartazgo. Desde que empezólo de Estado Islámico y los controles en los aeropuertos empezaron a ser exhaustivos, se ha cansado de que, al pasar por el control de seguridad, los funcionarios lo reconozcan ("Hola, Michael Caine") y cuando les alarga el pasaporte y leen "Maurice Micklewhite" se mosqueen y lo tengan una hora esperando hasta que, por muy raro que les parezca, verifican que en efecto se llama  así. Con "Michael Caine" en el pasaporte se acaban sus problemas, u más si tenemos en cuenta que, en el referéndum de hace unss mesos, Gran Bretaña decidió largarse de la UE, opción de la que Caine era públicamente partidario, y hay por ahí mucho resentido con ganas de tocarles los cojones.

Quim Monzó, a Seré Breve del Magazine 
de La Vanguardia del 07/08/16